
martes, 17 de agosto de 2010
Cumplen años

jueves, 22 de abril de 2010
Querido Padre

Nos enseñaste el amor por la naturaleza, nuestra pachamama... nos enseñaste a ser solidarios, a siempre extender la mano de quien lo necesitara. Con tu ejemplo, con tu humildad y tu coraje cambiaste la vida de quienes te conocieron, la cambiaste para bien, creando conciencias de amor.
A tus hijas, a tu compañera, a todos quienes tuvimos el honor de compartir en vida contigo, a mi, tu hijo... cada 19 de abril se nos parte el corazón... pero a la vez renace la esperanza, porque sabemos que tú lo quisieras así, que con tu semilla, tu siembra de lucha continúe en nuestras manos...

Julio García Romero, tu muerte no fue en vano... tú vives y no solo en nuestros corazones, sino en nuestras acciones, que siguen el ejemplo de lo que fuiste en vida.
Te amo mi viejo, te amo con todo mi ser.
Bruno A. García H.
lunes, 19 de abril de 2010
domingo, 18 de abril de 2010
Querido Julio

Tú, que te fumaste un puro con el Fidel,
Que saliste a defender al Chicho en el momento oportuno,
Que te tomaste chicha con la Nina y el Lucho,
Que les abrazaste como gran amigote al Pablo y al Silvio,
Que les contabas emocionantes historias a tus pequeñas Sisa y Sami,
Que amaste tanto a tus hermosas y bravas compañeras,
Que trabajabas y parrandeabas de lo lindo con tus panas del alma,
Como el Renato, el Ata, el Vicente y el Edmundo,
Que pataperreabas por todo lado,
Para captar con tu lente locamente sensato
Tanto el sufrimiento, como la alegría y la esperanza
De tu América Latina,
Estoy seguro, querido Julio,
Este mismo rato,
Estarás convenciéndole a San Pedro,
Que te deje salir del cielo,
Para tomarles fotos a las diez mil caras del Diablo,
Para que todo el mundo conozca sus pérfidos rostros,
Los escupa, aborrezca y rechace por donde aparezca,
Y no vuelva a pisar impune estas tierras americanas.


Pepe Almeida
Albuquerque, abril de 2005.
(Leido por Iván Guayasamín en el Chimborazo).
jueves, 18 de marzo de 2010
Bienvenido
Por Julio García Romero.
Unos me saludan con una sonrisa muy amplia,
es hora de pleno sol.
Otros, talvez porque no me conocen,
con una leve reverencia me dicen ¡buenos días!
Detrás,
así como una multitud y en una alegre algarabía,
otros agitan sus pétalos para que yo los vea.
Dicen tantas cosas
que yo no les entiendo mucho.
Lo único que siento es que están felices
y eso me alegra mucho.

porque hablaba con los girasoles;
es que Van Gogh sabía que los girasoles le amaban
Y él no era un loco.
El era un loco feliz.
Yo conocí un girasol muy especial.
Tenía los ojos muy claros.
Yo no sé si eran azules o celestes
pero el caso es que eran muy lindos.
Pero más que sus ojos,
este girasol tenía en el fondo
muy dentro de él,
muy dentro de una de sus pepitas,
una cosa que yo no puedo explicar
pero que creo que era más linda que sus ojos.
Por eso yo ahora soy feliz.
¡Me gustaría saber que hay dentro
de ese centenar de pepitas!
¡Creo que sería un loco feliz!
Escrito por Julio el 3 de marzo de 1992,
viajando en un bus de Rancagua a Santiago
y escuchando "Palabras de amor" de Amaya y Serrat.

domingo, 13 de septiembre de 2009
Treinta años atrás

Participó en la muestra cultural de los VIII Juegos Panamericanos celebrados en San Juan y terminado ese evento se fue de Puerto Rico a Nicaragua a colaborar con la Revolución Sandinista.
La génesis estuvo en un primer viaje
Como ya hemos señalado, Julio estudiaba Diseño Teatral en la Escuela de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad Central del Ecuador (junto a Hernán Carozzi). Esta carrera les entregaba las herramientas para realizar labores fundamentales en la producción de una obra de teatro, como son la escenografía, iluminación y vestuario. La Escuela tenía además otras dos carreras: Actuación y Dirección Teatral.


Julio estableció una gran amistad con Franklin Rodríguez, de la carrera de Dirección, que se mantuvo invariable a través de los años y de la distancia física que hubo desde que Franklin viajó a estudiar a Alemania y a pesar de las diferencias políticas, que a mediados de los 70 interferían fuertemente en las relaciones interpersonales. Paralelamente a sus estudios de teatro, Franklin realizaba un gran trabajo con organizaciones indígenas del Oriente ecuatoriano, promoviendo el rescate de sus tradiciones culturales.



Fruto de ese trabajo, Franklin recibió la invitación para participar en el Festival Mundial de Teatro de Caracas, en 1978, con "Los Yumbos Chaguamangos", grupo en el que Julio era responsable del diseño de la iluminación. El grupo se presentó entre otros escenarios en el Teatro Teresa Carreño y tuvo una excelente acogida. Julio regresó maravillado de Caracas. El Teresa Carreño era el teatro mejor y más moderno que él había conocido hasta entonces.
La invitación a los Panamericanos

(más adelante continuará este relato...)
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Sobre aquellos Juegos Panamericanos:
http://www.prpop.org/noticias/jul09/30_panamericanos_jul17.shtml
sábado, 9 de mayo de 2009
Homenaje de INREDH a Julio
No, decía Julio, levantando los tres dedos que le quedaban en su mano derecha y como recordándonos que los militares chilenos lo habían torturado: “No. A los militares no hay que confiarles ni un saco de alacranes”
Lo de su militancia como defensor de los derechos de las personas es muy conocida, su labor en la CONAIE, su acompañamiento a Monseñor Leonidas Proaño, su trabajo de sindicalista minero en Chile, su detención y exilio en el Ecuador, el trabajo con las comunidades indígenas que tienen proyectos con el FEPP, entre muchas otras acciones de Julio.
Ahora queremos recordarle por otras cosas, por aquellas que pudimos mirar los vecinos del barrio, las cosas que vivimos en una esquina de uno de los últimos barrios tradicionales de Quito. Julio era cascarrabias, no lo ocultaba; se enojaba fuertemente frente a lo que consideraba injusto o se alejaba de sus objetivos; pero también era capaz de una profunda ternura y cariño.

"Manchas", el perro de la vecindad, perro casi callejero, quizá era el que mejor sabía de su carácter. Era el perro regañado cuando había público, pero varias veces lo encontramos jugando con él. “es que este huevón se deja querer”, decía, como justificando su cariño.
No había apuro que no pueda esperar cuando nos encontrábamos con Julio a la salida de la casa o en el jardín de la calle Salazar, que había acogido como propio, pues iniciaba una conversación que no paraba nunca: hablábamos de política, del barrio, de Chile, de Monseñor Proaño y de sus plantas, de los robos del toronjil. “Esta gente es huevona, se llevan la mata de toronjil. ¿Por qué no esperan que crezca para que se lleven solo unas hojitas para hacer sus aguas, y así sirve para todos?", decía Julio cuando desaparecía cada planta que sembraba. Hoy la última planta de toronjil que sembró está ya grande. Alguien de vez en cuando se lleva “unas hojitas para hacer sus aguas”.
Emprendedor solitario de proyectos locos, como aquel de controlar la velocidad de los autos que manejan los “niñitos bien” de la SEK de Guápulo, que habían convertido la calle en autopista. Julio construyó un rompe velocidades, todo feo, más angosto y alto de lo reglamentado; trajo a la televisión para contarles por qué lo construyó, se peleó con el socialcristiano que vive en la esquina, que argumentaba que eso iba a dañar sus autos y finalmente el montículo quedó ahí, y está ahí, protegiendo a los niños que juegan en la calle con sus bicicletas o a quienes bajan apurados por las gradas de la Salazar y cruzan la calle sin mirar. Los niñitos bien de la SEK dejaron de correr, pero se han instalado en la esquina, a la sombra del toronjil, para beber. ¡Cómo nos hace falta Julio en el barrio!
Muchas veces Julio cuestionó nuestro trabajo como defensores de derechos humanos; no le gustaba nuestra lentitud, exigía acciones más prácticas, más directas, que busquen la justicia sin tanta burocracia. La indignación de Julio ahora es también nuestra.
Hoy cumplimos dos años de su muerte y no hemos podido hacer nada. Su caso duerme en la Fiscalía y ni siquiera su muerte ha sido tipificada como delito. Pero también, al cumplir dos años de su muerte, queremos ratificar nuestro compromiso de buscar justicia, más allá que su caso sea o deje de ser noticia; ratificamos nuestro compromiso porque fue un defensor, compañero de muchas causas justas y un amigo que solía decir verdades, aunque duelan.
Luis Ángel Saavedra,
Presidente de INREDH.
Abril 19 de 2007.
lunes, 27 de abril de 2009
Para tí, abuelo Julio

a cada rodeo, a cada zapateo.
El piso tiembla y reclama por esos piés que lo hacen vibrar.
Las miradas se mezclan al son de su melodia
y los pañuelos logran vuelos imposibles de imitar,
mientras dos jóvenes bailan orgullosos
nuestro baile nacional.
Dedicado a mi abuelo Julio García Romero.

"Abuelo, los tres piés de cueca que bailé y con los cuales obtuve el tercer lugar en el Concurso Regional de Cueca
Con cariño,
Carlos Rosas García"
jueves, 23 de abril de 2009
domingo, 19 de abril de 2009
"Abril"

Abril nuevamente, sin que el tiempo pase.
Vuelve abril otra vez a mi mente.
Mar, montaña, cenizas al viento
que inevitablemente
enarbolan olor a café, puro y girasoles
cargados de recuerdos…
Sé que vives entre caracolas
y suavidad de nieve
Sé que vives entre reggae, canto nuevo y versos
pero… aún así me duele

Sé que bailas, lees y entretienes conversando de
lo que este momento es importante,
mientras más de alguno escucha fascinado
tu hablar inteligente
La tranquilidad de la montaña solo es la paz
que reflejabas
En tanto el mar agita, como lo fue tu vida,
la calma
Mar, montaña, cenizas, piel y mente
unidos inevitablemente. Aún cuando pase el tiempo…
ansío tenerte.

Aunque la vida pretenda el paso,
este se vuelve lento,
como el momento en que decidiste partir
Porque, ¿quién lo diría?
Otro año, otro día, otro abril.
Pasa el tiempo y créeme viejo, aún lo veo venir.
Paola E. García T.

jueves, 16 de abril de 2009
“¡Hola, huevón!”
¡Cuatro años ya! Todavía son raros los días que pasan sin que una cosa, una palabra o un gesto me hagan

Así, la semana pasada, de repente, me dio risa al recordar una pequeña anécdota que me había contado Charito:
Un día que salía de la casa de La Floresta, Julio se cruzó con un chiquillo de unos 4 años de edad jugando en las gradas, donde hoy está el mural en su memoria. Pícaro como lo conocíamos, Julio interpeló al chico: “¡Hola, huevón!”, le dijo.
Medio asustado, el chico lo miró y con timidez le contestó: “Yo no me llamo huevón…”
Satisfecho, Julio le hizo un guiño cómplice y siguió su camino.

Texto y foto: Daniel Patán, abril 2009.
martes, 14 de abril de 2009
Aguas rebeldes: Un tributo a Julio García

Este libro es una celebración del agua.
En sus páginas, rinden homenaje al agua las palabras e imágenes de varios autores y en especial de Julio García, que con sus siete dedos y sus muchos ojos supo meterse en los adentros del mundo andino.
Fotos y palabras se reúnen para decir: de agua somos, y para denunciar a los políticos y a los tecnócratas que traicionan la más antigua memoria de las Américas.
Esa memoria alienta la vida y la lucha de las comunidades indígenas despojadas y nos enseña que el agua, como el aire, no pertenece a quien pueda comprarla.
"El agua es de quien tenga sed" (Eduardo Galeano).

martes, 31 de marzo de 2009
De Manuel García para Julio García
"LA CIUDAD DE LOS FOTOGRAFOS"
Este es un documental de Sebastián Moreno que muestra el trabajo realizado por los fotógrafos independientes durante la dictadura de Pinochet. Pretende recuperar una labor silenciosa pero tremendamente importante, porque al retratar la represión, los fotógrafos impedían que las víctimas fueran asesinadas, desaparecidas o aún más maltratadas, pues esas fotos testimoniaban que estaban en manos de los represores.
Las y los luchadores sociales, los familiares de detenidos-desaparecidos, todas las manifestaciones de la lucha popular contra la dictadura se muestran en este documento fílmico que ha tenido un gran impacto.
Y quienes lo conocimos, sabemos que si Julio hubiera estado en Chile habría sido también uno de esos fotógrafos, tal cual lo fue en Quito, y tal cual lo hacía en aquella última noche de los forajidos.
"EL VIEJO COMUNISTA"
Esta hermosa canción, escrita por Manuel García especialmente para este documental, es la que hace el racconto final de "La ciudad de los fotógrafos".
El video clip fue realizado también por Sebastián Moreno, el director del documental.
Un viejo que fuera comunista
se sienta a fumar la tarde entera...
Torna sus ojos a un día lejos
cuando un libro, un beso, una muchacha, un pensamiento...
Recordó canciones que cantaba
y conversaciones con amigos hasta el alba...
Recordó la esquina de su casa
cuando dijo adiós y vio a su madre que lloraba.
Y ahora en sus ojos tambien llueve,
pues le sorprende que aún le duelen
los años, la vida, su amor...
Supongo que todos quienes conocieron al Julio compartirán que todas estas imágenes son también parte de él, de su trabajo, de su historia.
sábado, 28 de febrero de 2009
Mucho más que lágrimas

Desde chiquitita era buena para soltar el llanto, por eso su padre le puso así, "tarro con lágrimas", porque ella es bien sensible, se emociona rápidamente y no puede evitar echarse su buen lagrimón (debe ser culpa del segundo nombre, jaja). Así que con estas fotos va a llorar una vez más...
Pero esa es una parte nada más, la que permite hacerle un poco de burla, porque en el resto, uf, es fuerte, es luchadora, guerrera, peleadora, inclaudicable y el Julio a veces no sabía como enfrentarla para que no se enoje, aunque al final siempre terminaban conversando.
Un besito Gaby y que tengas buen día.


sábado, 8 de noviembre de 2008
¿Dime… estás?
El cielo menos estrellado se ve,
las nubes ya no son de azúcar
el mar me abruma con su calma
y el sol ya no brilla en mi alma.
Te perdí…
Cada diecinueve de abril
se repite esta frase
te perdí…
Y aunque todo el tiempo te recuerdo,
fue un día como hoy, sentencio.
Dos años ya…
Dos, dos
y nada ni nadie
responsable se hace de mi dolor
¡¡¡ Si, del mio!!!!
Mi dolor, porque solo de él sé
no digo que nadie más te amara
cada quien es dueño de tu recuerdo.
Quisiera, simplemente quisiera…
Saber que estás, como antes,
como siempre.
Dueño de tu vida,
dueño de tus momentos…
Solo quiero que seas
que existas.
Lo sé…
Todos dicen que estás en mi corazón
siempre estuviste ahí;
Pero ansío… tu sonrisa llena de picardía,
tu malhumorado ceño que escondía el más
hermoso de los rostros.
No quiero sentirte, no quiero recordarte
no quiero ir al mar y tratar de tomarte,
quiero que estés junto a mí y poder abrazarte.
Viejo, muchas cosas hermosas han pasado desde que te perdí. Una de ellas es el nacimiento de mi adorada Antonia y su lección de amor a la vida y aunque suene para algunos ilógico, ella heredó tu fuerza, tu lucha, tu garra de PUMAMAQUI, en ella te veo… créeme. Pero con todo y mi preciosa, deseo que estés aquí, y sentir tu mano en mi espalda diciendo “Gorda, qué es de vos”.