viernes, 4 de enero de 2008

Empecemos

Este es Julio, en su casa de La Floresta, en Quito, en agosto 2003.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me hubiese gustado conocer esa casa en otras circunstancias pero el destino quizo que fuera de forma dolorosa, no estuviste pero cada pedazo de ella estaba impregnada de ti, recorrí junto a tu recuerdo lo que más amabas, con cada paso los momentos vividos hace muchos años retornaban a mi mente, vi lugares, vi rostros, percibí olores y sabores que continuamente me llevaban a tus brazos esos a los que corría cuando era pequeña.
Solo algo me falto por visitar el Pichincha pero creo que volvería ahí solo a tu lado pues es ese el mayor tesoro que guardo " Los días con olor a eucalipto, caminos tierrosos rodeados de verde, tu aroma despues de horas de camino y tu risa tu risa papá...

Anónimo dijo...

Su casa ,tan sencilla y humilde demostraba lo que era el un hombre sencillo sin grandes lujos ,uno no es mas grande con tener riquezas o la mejor casa de todos uno vale por lo que es ,eso me lo dijo la ultima vez que estuve con el .....te amo
Babela